El test epigenético mide el fenotipo, que es la expresión de la información del ADN. Esta información es dinámica y cambiante, por lo que la durabilidad de un test epigenético es de 90 días.

Evalúa los 96 biomarcadores más relevantes de nuestro organismo, que se encuentran agrupados en todas las vitaminas, minerales, antioxidantes, ácidos grasos esenciales, aminoácidos, microbioma, interferencias electromagnéticas y retos ambientales como la radiación.

El test epigenético representa un avance revolucionario para el cuidado integral de la salud, aportando beneficios esenciales para el bienestar físico, mental y emocional. 

Este análisis permite la prevención de enfermedades, al identificar factores de riesgo específicos y orientar cambios en los hábitos que mejoran la calidad de vida. También contribuye a la mejora del rendimiento físico y mental, ya que su enfoque personalizado optimiza funciones corporales y cognitivas. Además, facilita el retraso del envejecimiento, al revelar información sobre el estado de las células y promover prácticas que favorecen su regeneración. Otro de sus beneficios es el fortalecimiento del sistema inmunitario, ajusta recomendaciones para aumentar las defensas naturales del cuerpo. Asimismo, potencia el bienestar emocional, al equilibrar cuerpo y mente mediante estrategias adaptadas a las necesidades únicas de cada persona. El test epigenético permite diseñar un plan personalizado basado en las necesidades reales del organismo, asegurando soluciones individualizadas y precisas para mejorar la salud y alcanzar un estilo de vida pleno y sostenible.